
"Y ambos conocían el camino que iba al país de la felicidad. Allí la rosa de la alegría florecían inmortal en el vallecico y el arroyo; las nubes nunca oscurecían el rayo del sol; dulces campanas nunca emitían sonidos discordantes y abundaban los buenos espíritus. El conocer la situación geográfica de ese país... "al este del sol, al oeste de la luna"... es un don inapreciable y que no puede comprarse. Debe ser el regalo de las buenas hadas al nacer, y los años no pueden mutilarlo o quitarlo. Es preferible poseerlo viviendo en una guardilla, que habitar palacios sin él."
Lucy Maud Montgomery